Diego
Angulo Íñiguez,
Licenciado en Filosofía y Letras, Doctor, catedrático, académico
e historiador de arte. Nació en Valverde del Camino (Huelva) en 1901
y murió en Sevilla en 1986 a los 85 años de edad.
Diego
Angulo, aplicó una metodología de inspiración formalista al
análisis artístico, dejó una profunda huella en su especialidad
sobre el conocimiento de la pintura española renacentista y barroca.
Ocupó en 1968 la dirección del Museo del Prado.
Familia
Hijo
de Diego Angulo Laguna, notario y escritor de temas de Derecho, amigo
de José Castillejo, se educó en el ambiente de la Institución
Libre de Enseñanza. A su padre Ramón Carande le dedicó una de sus
semblanzas biográficas en su “Galería de raros”. Se casó con
Pilar Romero Galé.
Formación
Desde
niño vivió en Sevilla, donde comenzó la carrera de Derecho,
pero la abandonó y se licenció en Filosofía y Letras en la
Universidad de Sevilla.
Finalizada
la licenciatura en 1920, el doctorado sobre orfebrería sevillana lo
hizo en Madrid, instalado en la Residencia de Estudiantes, con los
maestros Elías Tormo y Manuel Gómez Moreno.
Pasó
un tiempo Berlín para la ampliación de sus estudios y allí se
interesó por las artes decorativas.
Su
curiosidad y su afán de aprender le hicieron visitar todos los
museos que pudo e interesarse igualmente por los primitivos flamencos
y su huella en España.
Docencia
Se
incorporó como profesor en 1925 de la Universidad de Granada y ello
le supuso descubrir una vocación y unas condiciones para la
enseñanza que ya le ocuparon el resto de su vida.
La
creación de una cátedra de Arte Hispano Colonial en Sevilla con
ocasión de la Exposición Iberoamericana de 1929, hizo que se
encargara al profesor Angulo de ella, en Sevilla desarrolló una
importante labor organizativa y editorial.
Estos
años previos a la Guerra Civil fueron también de intensa actividad
viajera, Francia, Bélgica, Holanda, Suecia, Italia, Marruecos,
México y Estados Unidos.
Convencido
posibilista en el método científico, dejó una amplia pléyade de
discípulos que hoy ocupan puestos principales en la Universidad y en
otras instituciones públicas dedicadas al arte.
Guerra
Civil
La
Guerra Civil supuso un paréntesis en su actividad docente, pero no
en su preocupación por el patrimonio artístico español, pues
estuvo muchos meses colaborando en el Servicio de Recuperación de la
Junta del Tesoro Artístico del Gobierno republicano.
Tras
la guerra, sufrió la «depuración» como catedrático, y obtuvo en
1942 en una nueva oposición la cátedra de Historia del Arte Moderno
y Contemporáneo de la Universidad Central, que será ya la
definitiva hasta su jubilación y en la que dejará honda huella y
muchísimos discípulos, preocupados por formar especialistas sobre
la orfebrería, la pintura barroca italiana, los primitivos
flamencos, la pintura francesa y la barroca flamenca.
Publicaciones
Tiene
editada una vasta producción bibliográfica, especializada
preferentemente en el arte barroco español e
hispanoamericano. En Internet están relacionadas sus publicaciones
más importantes.
Su
estancia en México en 1934 fue fecundo en trabajos, obteniendo miles
de fotografías y comprando multitud de libros que enriquecieron el
Laboratorio de Arte de la Universidad de Sevilla y le permitieron,
años más tarde, crear una de sus mejores obras: La
Historia del Arte Hispanoamericano en
colaboración con otros profesores.
La
obra de su vida fue el estudio sobre el pintor sevillano Murillo,
obra monumental en la que empeñó el trabajo de toda su vida y que
pudo aparecer a finales de 1980, fue premio Elie Faure del Institut
de Picturologie de París en 1982 y es una herramienta imprescindible
para conocer su pintura y ejemplo metodológico para las siguientes
generaciones de Historiadores del Arte.
Museo
del Prado
A
su regreso a España, en 1922, tuvo la oportunidad de
incorporarse al Museo del Prado como miembro de la "Comisión
Catalogadora". Se inició entonces su labor al servicio del
Museo, que continuará a lo largo de toda su vida, a través de
distintos puestos.
Tras
casi 30 años como miembro del Patronato del Museo del Prado, en1968
fue nombrado director. Pero las presiones políticas le obligaron a
dimitir en 1971.
Durante
su etapa de director se adquirieron obras importantes como el Retrato
ecuestre del duque de Lerma,
de Rubens, La Gloria,
de Mattia Preti, el Bodegón, de
Hiepes, o el Retrato,
de Jan Mostaert. Entre los donativos destacan los dos Floreros, de
Arellano, de la condesa de los Moriles, la
tabla de San Cristóbal de
José Luis Várez Fisa, y los Desposorios, de Morazzone y
otros varios.
Iniciativas
Desde
1941 fue secretario del Instituto Diego Velázquez del CSIC
y llevó muy directamente la revista “Archivo Español de Arte”,
de la que fue director efectivo desde 1949 hasta su jubilación en
1972.
En
Sevilla fue director del Laboratorio de Arte, organismo desde el que
llevó a cabo una importante y decisiva labor en pro de la
historiografía artística en España.
Divulgación
Reconocido
a nivel internacional, dio numerosas conferencias en diversas
universidades de Europa, Estados Unidos y Canadá. Fruto de su labor
investigadora son los numerosos trabajos publicados en revistas
especializadas españolas y extranjeras, y sus trabajos monográficos.
Academias
Sus
méritos como investigador merecieron que fuera admitido como miembro
de número en las reales academias de Bellas Artes de San Fernando y
de la Historia, siendo de esta última su presidente en el momento de
su muerte.
Reconocimientos
honoríficos
Son
innumerables los reconocimientos y condecoraciones españoles y
extranjeros, que recibió a lo largo de su vida.
Autor: Feliciano Robles
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