José
María Morón Gómez, poeta. Nació en La Puebla de Guzmán
(Huelva) en 1897 y murió en Madrid en 1966 a los 69 años de edad.
Fue
un poeta republicano comprometido que ganó el segundo Premio del
Nacional de Literatura de 1933 y el Premio Fastenrath de 1935 con el
extraordinario poemario “Minero de Estrellas”, toda una
referencia de la poesía social y minera.
Familia
El
niño José María vivió y se crió en Nerva, donde residían sus
padres que regentaban una librería. Se casó en 1931, con la
sevillana Consuelo Santander y tuvieron una única hija.
Formación
El
joven Morón vivió rodeado del ambiente intelectual y progresista
que se respiraba en la trastienda de esa librería, donde su padre,
José Morón Vázquez, poeta y músico, reunía a la voz de la
cultura de una Nerva bulliciosa, aglutinadora del interés mediático
de la época y punta de lanza del activismo político y sindical
andaluz.
Allí
el joven bachiller Morón, ávido de lecturas, ya bebió del impacto
de esa Generación del 27, que marcó uno de los momentos más
brillantes de la poesía española, con la que él se sintió
identificado.
Guerra
de África
La
guerra de África marcará otra etapa del poeta, cuando marcha a la
llamada militar, lo que no impide que siga con sus versos (Poema
Inmortal) y colabore con periódicos como “El Telegrama del Rif”
o “El Diario de Mañana”.
Obras
En
palabras de José Manuel de Lara, “ su obra resulta el estallido
poético más sonoro de todos los años treinta”.
Tenía
Morón 23 años, cuando en 1920 fue premiado por la Sociedad
Colombina Onubense con los poemas titulados “Flor Natural” y ya
colaboraba en el diario La Provincia.
Minero
de Estrellas
Este
libro quedó segundo en el Premio del Nacional de Literatura de 1933
con un jurado compuesto por Manuel Machado, Gerardo Diego y Dámaso
Alonso, justo donde otros poetas solo obtuvieron accésit, como
Manuel Altolaguirre o Luis Cernuda. Y con su “Minero de Estrellas”
volvería a obtener uno de los mayores galardones literarios como era
el Premio Fastenrath, de la Real Academia de la Lengua, en 1935. El
libro estaba dedicado a los mineros de Río Tinto.
Con
este libro Morón se acercó al alma del pueblo, no solamente
para oírle cantar, sino que también supo, piadosamente, escuchar su
fatiga. Y descendió con él a las entrañas de la tierra, a las
tinieblas de la mina”.
Guerra
Civil
El
poeta que era reconocido y querido vio interrumpida su proyección
literaria por el golpe militar que acabó con la II República. La
entrada de las tropas en Nerva, el 26 de agosto de 1936, no auguraba
nada bueno a nuestro poeta, quien estaba en el punto de mira de los
golpistas, por haber mostrado su apoyo a Izquierda Republicana, por
mantener relaciones con masones y encima por publicar versos a favor
de la causa obrera y especialmente con sus “mineros de estrellas”.
Inmediatamente fue detenido, interrogado y llevado al cementerio para
ser fusilado pero en el último momento y gracias a las gestiones de
varios conocidos no le llegaron a asesinar cuando ya se encontraba en
el cementerio. Sin embargo en el mando republicano se le dio por
fallecido, porque Morón huyó con su esposa y su hija a Madrid, y
allí permaneció en el anonimato hasta el final de la guerra.
Mientras
al poeta Morón le acechaba la muerte en el mismo cementerio de
Nerva, su madre María Gómez, sacó asustada de su vivienda los
manuscritos y todo cuanto pudiera implicar al poeta frente a la
vorágine represora del momento y los manuscritos y versos del poeta
fueron consumidos por las llamas.
Posguerra
Tras
finalizar la Guerra Civil José María Morón tuvo que buscarse la
vida en Madrid y evitar ser un sospechoso para el régimen. Trabajó
de contable en una imprenta y afiliado a la Falange encontró empleo
en el Ministerio de Trabajo.
Logró vivir largos años durante el
franquismo, camuflado de oscuro funcionario y ocupado en experimentos
poéticos de muy escaso interés, como lograr que todos los versos de
un soneto tuvieran, además del mismo número de sílabas, la misma
extensión, cuarenta y siete espacios, para darle
-escribía- «categoría de sillar recién labrado». «Creo
que esta innovación no ha sido hecha por poeta alguno desde que
existe el mundo de la poesía», añadía con ingenuo orgullo.
Colaboró
en revistas como Isla, Brújula o Tajo y en los periódicos del
régimen. Llegó a escribir un poema dedicado a Franco y un soneto dedicado a José Antonio que forman parte de esa obra menor, alejada
de aquel comprometido y musical Minero de Estrellas. Fue “una
reacción contra el acatamiento resignado con el que se vio obligado
a aceptar las nuevas circunstancias (…) al Morón auténtico hay
que buscarlo, pues, en los poemas escritos antes de la guerra civil”.
Muy pocos, ya que el fuego los transformó en cenizas.
Fuentes;
Esta
biografía se ha escrito a partir de la investigación que ha hecho
sobre el personaje el periodista y bibliógrafo nervense Juan Carlos
León Brázquez
Autor: Feliciano Robles
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